Después de darle los toques finales a un emprendimiento en la ciudad de Medellín, mi esposa y yo decidimos darnos una escapadita entre estos bellos paisajes antioqueños de Guatapé, El Peñol y San Rafael; una aventura que se convirtió en uno de los viajes más exóticos, románticos y emocionantes que hemos experimentado.

Como muchos turistas que visitan estas tierras, subimos las 702 escalas que llevan a la cima de la Piedra del Peñol. Luego, mientras navegábamos la laguna de Guatapé, apreciamos las contrastantes mansiones y ruinas de algunos famosos... unos queridos otros más bien odiados. Al día siguiente, nos relajamos en estas corrientes de agua natural en San Rafael.

La aventura fue emocionante de principio a fin; hospedajes que no tenían confirmada nuestra reserva, recorrer carreteras y trochas eternas en "motochivas" y un vuelo de regreso a Bogotá que, casi a punto de aterrizar, tuvo que retornar al aeropuerto de Rionegro por mal clima en la capital.